El panorama de la UCR no es simple, a nivel nacional los radicales de las provincias tienen que responder a una alianza que junto al PRO y a la Coalición Cívica gobiernan el país. En las provincias, las alianzas internas juegan otro papel.

En ese contexto la isla no escapa a un armado propia de nuestra idiosincrasia. El gobierno del FpV que lleva adelante Rosana Bertone, encuentra en el bloque de Cambiemos de la legislatura provincial un apoyo fundamental a su gestión, en retribución a ese acuerdo el gobierno nacional cuenta con los votos de los senadores fueguino como prenda de unión.

Por su parte el Mopof que en las últimas elecciones provinciales fue socio de la UCR, hoy se encuentra dividido, parte del partido provincial integran el gobierno de Bertone, como son los casos de Nogar en Hidrocarburos y Castelli en la presidencia del Infuetur, la otra parte del Mopof se recluye en la Legislatura, allí el bloque está compuesto por dos hombres que provienen de las filas del garramuñismo y dos de la vieja guardia del partido provincial de Río Grande, Löffler y Boyadjian.

Por ahora el bloque del Mopof asoma como oposición dentro del parlamento, habrá que ver como resuelve su existencia apoyados en parte por el Frente renovador de Sergio Massa.

En Río Grande la UCR navega por aguas cargadas de incertidumbres. Melella intenta controlar en partido a distancia y para eso cuenta con la venia del Concejal Paulino Rossi que actúa como un verdadero “Caballo de Troya”.

Rossi llegó a una banca del Concejo como única referencia radical, en un juego político a dos puntas que ideo el propio Melella, pero que en definitiva terminó debilitando al propio radicalismo, de hecho Melella integra el Forjas y creció políticamente a la sombra del FpV, dejando a la UCR como un apéndice político de su gestión.

Dentro de este panorama y con la reforma electoral puesta en marcha, la UCR buscará nuevas autoridades, por el momento la Legisladora Liliana Martínez Allende parece erigirse como  una bisagra entre la historia reciente que dejo fuera de carrera para la gobernación a Federico Sciurano y la llegada de Cambiemos a la conducción nacional.

Por lo pronto la legisladora Liliana Martínez Allende confirmó sus aspira a presidir la UCR fueguina. “Todavía no tenemos el llamado a elecciones, seguramente será en los próximos días, y veremos quién más quiere serlo”, dijo en una charla radial donde agregó que  “Tengo intenciones de presidir el partido, lo hablamos con algunos correligionarios y seguiremos hablando con todos para ver si podemos armar algo que nos contenga a todos. Si no iremos a internas, como lo hicimos siempre”, aclaró la parlamentaria.

Por lo pronto hay más coincidencias que desencuentro, en una historia que recién empieza y que aún no tiene fecha. Abra que esperar.