Santacruceño por adopción y del riñón K como pocos. José López fue un hombre clave en el complejo entramado de la obra pública durante el kirchnerismo. Sin su intervención, Lázaro Báez nunca se habría alzado casi el 80% de la obras viales de la provincia en los últimos 12 años.

Se fue de la Casa Rosada con un patrimonio declarado de $ 2 millones y apuntado por la Justicia por su manejo de la obra pública. Quienes lo conocen, saben que cada paso y decisión se tomaba con pleno conocimiento de su jefe directo: Julio De Vido.

El ex secretario de obras públicas de la Nación, que en la última elección fue electo como parlamentario del Mercosur, está investigado (entre otras causas) por el juez Julián Ercolini a raíz de la denuncia presentada por Vialidad Nacional, que expone la discrecionalidad y direccionamiento de la obra pública a favor de Lázaro Báez.

De sonrisa petrificada, estaba presente en la mayoría de los actos de Cristina Kirchner. Ingeniero civil, fue colocado como segundo De Vido por el propio Néstor Kirchner para ejercer un control absoluto sobre esa millonaria cartera. En Santa Cruz ocupó su primer cargo público en 1991 cuando Kirchner llegó a la gobernación, allí se desempeñó como vocal del directorio de la Administración General de Vialidad Provincial de Santa Cruz.

Después representó a Santa Cruz hasta 1993 en el Consejo Interprovincial de Ministros de Obras Públicas. Antes de que el kirchnerismo se trasladara a la Casa Rosada ocupó siempre el mismo cargo: presidente del Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda de Santa Cruz. Siempre vinculado a la obra pública y a las obras viales.

Aunque terminó como un hombre de confianza, no siempre tuvo una buena relación con De Vido, pero sí coincidían al momento de beneficiar a Santa Cruz. Manejaron conjuntamente Vialidad Nacional, que estaba bajo la órbita del Ministerio de Planificación Federal. Desde 2008 a diciembre de 2015 direccionaron a favor del Grupo Austral de Lázaro Báez, el 78,4% de las obras viales provinciales, garantizándole al empresario K ingresos por $ 21.600 millones.

En “La Ruta del Dinero K” López es identificado en la lista general de funcionarios “que enviaban el dinero de la obra pública”. Así lo mencionó Leandro Báez, el menor de los hijos varones del empresario K, que pidió "investigar” a las autoridades vinculadas a la obra pública.

Sin escapar de las denuncias por su llamativo incremento patrimonial, el ex secretario de Obras Públicas estuvo apuntado por estar vinculado a la empresa Rovella & Carranza, que adquirió acciones de la constructora Gotti: fue la firma queabsorbió Báez y fue la más favorecida con fondos nacionales para realizar obra pública.

Eran sus días de poder obsceno. El panorama, esta mañana, cambió para siempre.