Worman, está metido en un buen lio. La institución que fue blanco de sus críticas hoy está bajo su mando y sigue siendo tan “deficiente como contaminante” y encima ahora es reconocida como el “agua más cara del país”.

Y para el colmo los esfuerzos del flamante presidente de la DPOSS están centrados en bajarle el precio a los hoteles, sin tener en cuenta la demanda social, donde la población sufre un servicio deficiente, con un agua dudosamente potable, más allá de los permanentes cortes del suministro.

Abra que seguir de cerca la evolución de las denuncias judiciales plantadas por contaminación, donde la DPOSS juega un papel importante y del cual Guillermo Worman deberá hacerse cargo.

Un gesto solo para los hoteles

Worman admitió que con el último aumento de tarifas el valor por el servicio de agua potable que se paga en Ushuaia y Tolhuin “es uno de los más altos de la Argentina”. Lo hizo sin reconocer el pésimo servicio que se brinda .

Por el momento Worman solo reconoció que el servicio “es mucho más caro que en Río Grande, estamos cuatro o cinco veces arriba. Una vivienda chica en Ushuaia, con el último incremento tarifario, se va a 264 pesos y hablo de un mono ambiente o una casa de 50 o 60 metros cuadrados”. Dijo.

“El valor de Ushuaia es uno de los más altos de la Argentina y casi estamos a valores europeos, básicamente porque la DPOSS no está subsidiada y ni el Gobierno ni la Municipalidad le inyecta fondos. Se sustenta con la estructura tarifaria propia”, explicó el flamante funcionario provincial

En lo que se refiere a infraestructura hotelera, el costo está “20 veces arriba” de otros centros turísticos del país: “Hemos aplicado un incremento del 25 % desde agosto de 2014, pero para los hoteles va a ser más bajo porque nuestra estrategia es amesetar la tarifa hotelera, que está muy por arriba de la media nacional”.

“La Cámara de Comercio y Turismo participó de la audiencia que tuvimos, tuvieron una presentación muy fundada y la situación es irrebatible: el agua es mucho más cara y nuestro desafío es planchar esta estructura tarifaria hasta que nos equilibremos al costo de Calafate, Bariloche o Puerto Madryn”, mencionó al comparar la situación de Ushuaia con la de otras plazas turísticas del país.

Por último, Guillermo Worman admitió que “es un despropósito que estemos cobrando diez veces más caro que en otros lugares el agua, porque vuelve poco competitivo al establecimiento turístico”, finalizo.

 

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