Cristina Kirchner comenzará hoy a recorrer sus últimos días en el poder. Sobre el final de su mandato, se corrió de la campaña y por primera vez en sus ocho años en la presidencia, dejó de ser el centro de la escena política. Para ella es una sensación desconocida. Fue el anticipo de lo que hoy se terminará de consolidar apenas los resultados de las urnas consagren a Mauricio Macri o a Daniel Scioli como el nuevo presidente de la Argentina. Será el tan temido fin de ciclo para el apellido Kirchner, que dominó la política en los últimos 12 años.

Hoy empieza la cuenta regresiva real para la Presidente y comienza una nueva etapa.

Los últimos días fueron duros. Algunas fuentes señalan que Cristina Kirchner está angustiada y con temores. Más que intentar favorecer a Scioli con su alejamiento, las razones que lo explicarían serían otras. La primera fue la operación de su hijo Máximo Kirchner, a quien no se vio más en público y desde el Ejecutivo dieron escasa información sobre su estado de salud.

El otro motivo es la preocupación por el frente judicial que le espera cuando salga del poder. Las últimas actuaciones del juez federal Claudio Bonadio encendieron una señal de alerta, además del fallo de laCorte Suprema contra el Consejo de la Magistratura. El avance en las causas sobre la familia Kirchner y otros hombres de sus gobiernos preocupan muchísimo a la Presidente.

Para colmo, esas encuestas que mostraban una imagen positiva de Cristina Kirchner, mostraron por primera vez una caída. Se manejan en reserva.

En ese clima del hermetismo de fin del mandato, ningún funcionario se animó a asegurar si hoy a la tarde, a su regreso del Sur, la Presidente saldrá de la quinta de Olivos y realizará declaraciones públicas sea cual sea el resultado.

En la Casa Rosada hay desconcierto sobre lo que serán los próximos días. La agenda presidencial es un secreto.

El futuro inmediato de la Presidente será volver a El Calafate, su "lugar en el mundo", como suele decir. Cristina Kirchner le confesó a dos de sus funcionarios de confianza que tiene ganas de estar un tiempo en la intimidad de su casa, hasta que defina finalmente cómo seguirá su vida fuera del poder.

"Voy a ser una militante más, como siempre", fue la única definición política pública que dijo la Presidente sobre lo que sigue en su vida.

La preocupación central de Cristina Kirchner hoy es irse de la Casa Rosada en forma ordenada y mostrar que después de dos mandatos se irá gobernando hasta el último día, sin haber perdido poder durante el larguísimo proceso electoral, y conservando cierta imagen positiva. Una derrota de Scioli en las urnas podría opacar esos planes, aunque el kirchnerismo duro esgrime con nostalgia el argumento de que si ella hubiera sido candidata, nadie podía ganarle. Se lo prohíbe la Constitución.

Son varios los dirigentes del PJ que consideran que si el saliente Gobernador bonaerense pierde después de 12 años del Frente para la Victoria, también será la derrota de Cristina Kirchner. El peronismo siempre puede perdonar la traición, pero no la derrota.

Sergio Massa, líder de la coalición Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), es uno de los dirigentes que pretende, gane quien gane, ser un jugador clave a la hora de las futuras negociaciones en el Congreso, y ya advirtió: "Si pierde Scioli, el domingo habrá dos derrotados, uno será él y otra será Cristina Kirchner, que eligió los candidatos, y fue la artífice de la pérdida de la provincia de Buenos Aires a manos de Aníbal Fernández".

Hace varios meses, la Presidente empezó a pensar en su salida del poder. Varios de sus funcionarios que gozan de su confianza esperaban que ella no dejara la política y encabezara la lista de candidatos a la provincia de Buenos Aires. Ella no quiso. "Me voy al llano, sin cargos. No quiero que empiecen a decir que busqué fueros. Hablaron tantas pavadas. Me voy sin nada, ahora qué van a decir", habría dicho en esa oportunidad, según confió una fuente que presenció la escena.

Cristina Kirchner le habría dicho a un ministro que estima que no tenía más ganas de estar expuesta. Por un tiempo, nadie sabe cuánto, quiere estar en la privacidad familiar y gozar de sus nietos. "Creo que de verdad quiere hacerlo. No sabemos cómo va a procesar la salida del poder. Es posible que recién ahora pueda empezar a hacer el duelo de la muerte de Néstor", dijo otra fuente.

Hoy las personas que más cerca están de la Presidente son el secretario general de la Presidencia, Eduardo "Wado" de Pedro, el ministro de Economía, Axel Kiciloff, el actual secretario de justica, Julián Álvarez y, ocasionalmente, Andrés "Cuervo" Larroque. Así, con las principales figuras de La Cámpora, pasa los últimos días en la cima del poder.

Hace tiempo que empezó a preparar la mudanza de Olivos. Los empleados estables de la quinta (los que ingresaron con el kirchnerismo se cuidan) describen la cantidad de camiones que trasladan para El Calafate los regalos que recibió la Presidente durante su mandato, además de sus pertenencias personales. Queda poco en Olivos.

El poder es cruel. No te da tiempo. Apenas el 10 de diciembre le coloque la banda presidencial a su sucesor, Cristina Kirchner no podrá volver a ninguno de los lugares que habita desde hace 12 años. Ceremonial de la Casa Rosada aún no sabe cómo va a ser el diagrama de la salida presidencial, como tampoco la Casa Militar, ya que no se da información sobre el tema. Lo único concreto es que Cristina Kirchner tendrá la custodia de la Policía Federal que se indica para un ex presidente.

Lo más seguro es que Cristina Kirchner apenas deje su cargo se irá a El Calafate. Podría ir a saludar en Río Gallegos a su cuñada Alicia Kirchner que va a asumir la gobernación de Santa Cruz. Todavía no está decidido.

Durante 12 años los Kirchner usaron el Tango 01 para ir al sur. También se hacían llevar los diarios y el agua mineral sin gas que le gusta a la Presidente.

Apenas termine la ceremonia de traspaso de mando en el Congreso en la Asamblea Legislativa, Cristina Kirchner se irá sin los privilegios del poder, salvo la custodia.

Cuando Infobae consultó a funcionarios sobre cómo será la salida de Cristina Kirchner, pidieron que se los llame más cerca de la fecha. "No sabemos nada, falta todavía", fue la respuesta calcada de varios funcionarios. Pero hay un dato que podría marcar el cambio de época en la Argentina. Si Mauricio Macri es elegido hoy Presidente, podría facilitarle el Tango 02 a Cristina Kirchner si es que quiere irse al sur. "Mauricio es distinto, va a tener esos gestos. Se viene un cambio en serio en la Argentina y también en las formas y el trato", adelantó un hombre del círculo íntimo del candidato de Cambiemos.

Si gana hoy Mauricio Macri convocará a todos los dirigentes que compitieron en la primera vuelta con él, incluso a Scioli, para acordar políticas de Estado. Ya habla con varios de los gobernadores del PJ y piensa tener un trato de respeto hacia Cristina Kirchner, como merece una ex presidente de la Argentina.

Hace días que Cristina Kirchner no va a la Casa Rosada. La semana próxima retomará su agenda, porque gane quien gane hoy, va a mostrar que deja la presidencia sin ceder. Por eso extendió las sesiones en el Congreso hasta el 9 de diciembre. Además de las designaciones en distintas reparticiones del Estado que aparecen en el Boletín Oficial todos los días, está en preparación un paquete de leyes con la creación de una YPF en Río Turbio y la participación de ganancias de los empleados en empresas de telefonía y de televisión. Además como presentó ya sus candidatos a cubrir las vacantes en la Corte, pretende con eso condicionar al próximo gobierno para tratar esos pliegos.

El Frente para la Victoria conservó el poder en la Cámara de Senadores, pero desde Cambiemos ya le habrían enviado un mensaje a los senadores del FpV para que colaboren con el próximo gobierno.

Algunos dirigentes kirchneristas, la mayoría de La Cámpora, se ilusionan con un posible regreso a la política de Cristina Kirchner dentro de un tiempo: se habla desde su retorno en 2017 como candidata a senadora, e incluso de volver a intentar llegar al poder por tercera vez en 2019. Puras especulaciones porque la Presidente no habla del futuro.

Puede ser que realice algunos viajes al exterior, como también que vuelva a ocupar su viejo departamento de Recoleta, que habitaba cuando era legisladora y Néstor Kirchner gobernaba Santa Cruz, y desde donde empezaron a soñar con llegar al poder en 2002, cuando nadie creía en ellos, sólo Alberto Fernández y otros pocos dirigentes que habían fundado el "grupo Calafate" para empezar a apuntalar la candidatura presidencial de Néstor Kirchner.

Pasaron 12 años, en el medio murió Néstor Kirchner, y su esposa ganó otra elección con el 54 por ciento de los votos. Hoy comienza a irse.

La incógnita concreta es cómo procesará la salida del poder, cuánto le facturará el peronismo, que ya perdió la provincia de Buenos Aires después de 28 años, si hoy pierde Scioli y empieza la era Macri. Pase lo que pase, el kirchnerismo, tal como fue estos 12 años, termina.

Cristina Kirchner empezará una nueva vida. Lejos del poder. ¿Soñará con volver? ¿La inquieta y angustia su futuro judicial? Sólo ella lo sabe.