Procesando. Por favor aguarde...
El primer argentino que voló uno de estos aviones en el bautismo de fuego del 1° de mayo de 1982 fue el riograndense Marcos Czerwinski.
Río Grande.- Considerados la “columna vertebral de la defensa aérea” del país hace 40 años, estos cazabombarderos e interceptores de diseño francés no serán reemplazados este año por alguna otra aeronave similar, a pesar de que estaba previsto en el presupuesto 2014 elaborado por el gobierno nacional.
Estas aeronaves concretaron más de 131 mil horas de vuelo y tuvieron activa y trascendente participación en la guerra de Malvinas, que fue el bautismo de fuego para esa fuerza.
La Fuerza Aérea Argentina adquirió estos aviones de combate a principios de la década de 1970. Los primeros cazas franceses fueron ensamblados en la base aérea Mariano Moreno, aledaña a la base de Morón, asiento de la VII Brigada Aérea. Según el gobierno, en la VI Base Aérea de Tandil, hay en la actualidad una dotación de 14 Mirage-5 y 11 Mirage-III.
Estos cazas alcanzaban una velocidad máxima de 2.217 kilómetros por hora (Mach 2.1) a 12.200 metros de altura. No serán suplantados por otra aeronave de similares características de combate para la defensa aérea nacional.
El 1º de mayo de 1982 tuvo lugar el bautismo de fuego de la Fuerza Aérea en la primera jornada de ataques a las fuerzas inglesas. En esa acción, los escuadrones de Dagger (nombre en clave que le dieron los argentinos a la versión israelí ‘Nesher’ –Águila- de los Mirage) completaron 13 salidas.
La Fuerza Aérea perdió 55 hombres en la contienda, de los cuales 29 eran pilotos, 12 integraban tripulaciones de vuelo y 14 de tripulaciones de tierra. Además, Aviación de Ejército perdió seis efectivos y la Aviación de la Armada cuatro.
El primer argentino que voló uno de estos aviones en el bautismo de fuego del 1° de mayo de 1982 fue el riograndense Marcos Czerwinski.
COMENTARIOS