Melella esta histérico. Su lento caminar y su sonrisa de buen pastor mutaron a un paso rápido y rostro con gestos adustos y no es para menos. La arquitectura política que imagino para pelear la gobernación tambalea fuerte.

La renuncia al radicalismo no surtió el efecto esperado. En el “instituto Patria” lo recibieron con los brazos abierto, pero no le garantizan ningún armado político.

Melella imagino que su afiliación al partido municipal “Forja” lo ponía en la misma vereda del diputado Martín Pérez, pero al parecer la situación no es tan lineal.

“Martín Pérez y Walter Vuoto son los dos lideres indiscutido que tiene la Cámpora, ellos están más cerca de estrechar filas con el PJ fueguino que con el partido Forja”, sostuvo una calificada fuente del peronismo quien agrego “ además resulta sumamente difícil hablar de política con un hombre que desprecia permanentemente la política” sostuvo el viejo dirigente peronista con base en Río Grande.

Luego de la foto que circulo en todos los medios y donde los protagonistas fueron Rosana Bertone y Martín Pérez haciendo gestiones en forma conjunta para la provincia, Melella busco acelerar los tiempos políticos, su salida del radicalismo abría que inscribirla en ese derrotero.

Melella jugo su carta política para seducir al diputado Martín Pérez, arranco con el portazo definitivo a la UCR, visitó al “Instituto Patria” y fustigo duramente en todos los medios pagos al gobierno de Macri.

Los mensajes parecieron nunca llegar a destino, tal vez por esta razón Melella busco descalificar al diputado de “La Cámpora”.

“Yo soy del campo popular… siempre lo seré y no como otros que lo son cuando le conviene” dijo Melella sin nombrar a Martín Pérez. El escenario elegido para romper lanzas fue la sede del Forja y frente a un puñado de funcionario municipales, repitió que su sucesor saldrá del “Forja” es decir de su gabinete.

Por lo pronto y a esta altura de las circunstancias políticas, Melella sueña con la intervención de la propia Cristina Kirchner para ordenar el tablero político a su favor, de echo ese fue el pedido que días atrás le hizo a Oscar Parilli, según confesó una segura fuente del “Instituto Patria”.

Es difícil imaginar la intervención directa de la expresidenta, en el armado político del peronismo fueguino, tal como lo desea Melella.

Si bien ahora el Intendente riograndense pretende erigirse como un “kirchnerista” de todos los tiempos, venido del campo Nacional y Popular, lo cierto es que su pasado radical lo condena. No hace 6 años Melella salió del Comité Central de la UCR en Río Grande camino a la intendencia, luego de fustigar al peronismo riograndense y volverlo a relegar en la Intendencia.

Fue el entonces Intendente Jorge Martín de larga trayectoria dentro de los radicales, quien lo bautizó entre las boinas blancas.

Un acuerdo entre el Mopof y los radicales, le permitió a Melella levantarse con la intendencia y en solo 6 años, el Intendente pretende esconder bajo la alfombra su pasado político y mostrarse como un verdadero kirchnerista de paladar negro.

Es posible que, en Buenos Aires, Melella cuente la mitad de la película que transcurre por estos lares, pero la realidad es que son los propios peronistas vernáculos los que se encargan de recordarle en cada paso sus orígenes. Para el conjunto del peronismo fueguino Melella es un paracaidista de la política, para el radicalismo un verdadero “traidor”. Es por eso por lo que el Intendente prefiere definirse como un hombre del “Campo nacional y Popular” y afiliarse al Forja, un partido político sin historia en la isla y con militantes rentados.

A casi un año de las elecciones generales, el derrotero de Gustavo Melella para su candidatura a gobernador tiene más incertidumbre que certezas.

Rechazó de plano el ofrecimiento que le hiciera el vicepresidente del PJ, el concejal Juan Carlos Pino de reeditar el acuerdo político de las últimas elecciones con un lugar para ocupar una banca en el Congreso de la Nación. Con el portazo a la URC, Melella dejó también de coquetear con “Cambiemos” y se paró en la vereda de enfrente al gobierno de Macri.

Con quienes aún mantiene un dialogo subterráneo es con el Mopof que comanda el Legislador Loli Löffler.

Mientras Melella deambula con su candidatura a cuesta, quien se anoto en la partida es “Tito” Stefani, tentado por lo radicales que apuestan a convencer al Ex Intendente Federico Sciurano para que sea su compañero de fórmula. En el radicalismo nadie larga prenda, por el momento las reuniones son a puertas cerradas y en la casa de un exlegislador.

Abra que ver como se suceden los armados políticos, por mientras el reloj ya esta en marcha cuando falta un año entero para ir a las urnas.