El subdirector de la misión especial de supervisión de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), Alexander Hug, hizo estos comentarios en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tras el último brote de violencia en el este del país.

"Hoy, les estoy anunciando un significativo deterioro de la situación de seguridad en el este de Ucrania", dijo Hug, en el consejo de 15 países. "La violencia presenciada en y alrededor de la localidad de Marinka (...) constituye un nuevo y preocupante desarrollo del conflicto en el este de Ucrania".

"Los civiles siguen soportando un inaceptable precio en este conflicto", dijo. "Están siendo asesinados y heridos, mientras ambas partes siguen ubicando posiciones militares dentro y alrededor de estructuras civiles. Sus propiedades y sus medios de vida han sido destruidos", añadió.

El presidente de Ucrania dijo el jueves a su Ejército que se preparara para una posible "invasión a gran escala" por parte de Rusia a lo largo de la frontera común, un día después de los peores combates en meses con los separatistas, respaldados por Moscú.

Ucrania y sus aliados de la OTAN han acusado durante mucho tiempo a Rusia de enviar armas y soldados para luchar en nombre de los separatistas, que controlan parte de dos provincias en el este del país.

Moscú, que tomó y se anexó la península ucraniana de Crimea el año pasado, niega que sus soldados estén participando en los combates en el este.

Un alto el fuego se ha llevado a cabo en gran parte de los últimos cuatro meses. Pero recientemente estalló una nueva ola de combates.

Las potencias occidentales aseguran que la mayor parte de las violaciones del alto el fuego se cometieron por parte de rebeldes prorrusos, mientras que Moscú culpa al Gobierno de Kiev.